Comisiones Obreras de Cantabria | 29 marzo 2024.

SALUD LABORAL

Exigir tus derechos, la mejor medicina para tu seguridad y tu salud en el trabajo

  • La jornada ‘La salud de las mujeres en el trabajo. Un espacio de disputa’ ha contado con las intervenciones de Conchita González Puertas, Olga Roldán y Esther Rodríguez
  • Expertas coinciden en la necesidad de la educación para poner fin a la sobrecarga laboral que genera la doble presencia de las mujeres que suman al trabajo formal el de casa

19/12/2019.
Conchita González durante su intervención

Conchita González durante su intervención

La Secretaría de Salud Laboral de Comisiones Obreras de Cantabria (CCOO) ha organizado la jornada ‘La salud de las mujeres en el trabajo. Un espacio de disputa’, una cita que ha contado con Conchita González Puerta, presidenta de la Asociación de Técnicos Superiores en Prevención de Riesgos Laborales de Cantabria; Olga Roldán, responsable de Salud Laboral de la Federación de Sanidad y Sectores Socisanitarios de CCOO en Euskadi y delegada de Prevención de Riesgos Laborales en el Servicio Vasco de Salud, y Esther Rodríguez, delegada de CCOO del Departamento de Pisos y Lavandería de Claro Sol en Hoteles Port Aventura, que compartieron sus experiencias con los asistentes.

Las tres participantes, junto a Laura Lombilla, secretaria de Salud Laboral de CCOO de Cantabria, coincidieron al señalar que es imprescindible la educación para poner fin a la sobrecarga laboral que genera la doble presencia de las mujeres que suman al trabajo formal el de casa.

Conchita González Puerta situó la raíz del problema en que, aunque ya hay una legislación en materia de igualdad que reconoce los derechos laborales y de salud laboral de hombres y mujeres, no se cumple ni se lleva a cabo. Por eso instó a los representantes sindicales y a las propias trabajadoras y trabajadores a luchar porque su papel es fundamental para mejorar las condiciones de las mujeres en el ámbito de trabajo.

“Tenemos que exigir que la evaluación de riesgos laborales sea completa. Hay un déficit importante pero, en cualquier caso, la garantía de la salud en el trabajo reside, fundamentalmente, en nosotras mismas, en las propias trabajadoras”, añadió González Puerta.

En este sentido, señaló que existen riesgos específicos de género, principalmente riesgos psicosociales “que nos van minando en el día a día”. “Es evidente que contamos con una segregación de mujeres y hombres en el mercado laboral, y lamentablemente incluso, conocemos casos en espacios con presencia mayoritaria de mujeres donde los estudios sobre desarrollo del trabajo y utilización de productos solamente están realizados sobre los hombres, como es el caso de los riesgos higiénicos”, subrayó.

A continuación, Olga Roldán, expuso su experiencia sobre la evaluación de riesgos psicosociales en el Servicio Vasco de Salud, donde el 76% de la plantilla la conforman mujeres y comentó un largo trabajo que comenzaron en 2011 con la apertura de varios protocolos de conciliación e investigación de acoso y sobre los que también se ha conseguido el pronunciamiento de la Inspección de Trabajo por la ausencia de una evaluación de riesgos psicosociales por puesto y por género.

“CCOO ha estado muy alerta para que todo se hiciera correctamente y para que contaran con la participación del sindicato desde la adopción del método a la evaluación de medidas preventivas. Por eso, la falta de prevención viene acompañada de multitud de sentencias judiciales estimatorias por incumplimiento de medidas preventivas y por la no evaluación de riesgos psicosociales. Destacar que hay algunas sentencias incluso con indemnizaciones de miles de euros a las trabajadoras afectadas”, afirmó Roldán.

En este sentido, la sindicalista expuso a los asistentos cúales han sido las prioridades en su extenso trabajo, exigir primero la evaluación de riesgos por puesto y segundo su participación en todo el proceso de evaluación.

Camareras de piso

Por último, Esther Rodríguez contó su experiencia como delegada de CCOO y trabajadora de los hoteles de Port Aventura, donde trabaja como camarera de piso para Claro Sol, una empresa con ganancias millonarias a costa de externalizar servicios, con contratos temporales, a tiempo parcial y sin derecho a descanso.

Rodríguez contó las condiciones y la presión laboral a la que han tenido que hacer frente y su trabajo como representante sindical para que la empresa que se encarga del servicio no esclavice el trabajo de la plantilla. “Nosotras sabemos cómo tenemos que trabajar, el problema es que no tenemos el tiempo para hacerlo por el elevado número de habitaciones que nos asignan”, subrayó para quien el trabajo, además de la sobrecarga física, acarrea ansiedad, estrés o angustia que afecta directamente a la vida personal de las trabajadoras.

“El clima laboral se ha vuelto insoportable dado que los derechos y salarios de las camareras de piso subrogadas son mejores que las que han comenzado a trabajar después”, contó Rodríguez, que añadió que “la última perla de la empresa ha sido que nos ha dicho que prefiere a los hombres porque no tienen hijos”.

La jornada está financiada por la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos Laborales F.S.P.