Comisiones Obreras de Cantabria | 25 abril 2024.

DELEGADXS: LA FUERZA DE CCOO

Mediación: La palabra clave de Marian Canales

    01/04/2021.
    Marian Canales, delegada de CCOO en El Corte Inglés y miembro de la Ejecutiva de la Federación de Servicios de CCOO en Cantabria

    Marian Canales, delegada de CCOO en El Corte Inglés y miembro de la Ejecutiva de la Federación de Servicios de CCOO en Cantabria

     

    Un buen sindicalista es aquel que sabe mediar entre la empresa y las personas trabajadoras para sacar el mejor beneficio para estos últimos. Al menos, eso cree Marian Canales, delegada de CCOO en El Corte Inglés Bahía de Santander y miembro de la Ejecutiva de la Federación de Servicios de CCOO en Cantabria. Mediación, mediación y mediación. Es la palabra que más repite.

    Con una trayectoria laboral vinculada casi de forma íntegra al El Corte Inglés, empresa donde lleva más de dos décadas, Marian reconoce que hasta 2016 no sintió la inquietud, más bien necesidad vital, de implicarse sindicalmente en su trabajo y abandonar la vida cómoda que, laboralmente hablando, había tenido hasta ese momento. Fue entonces cuando esta empleada de Moda Joven cambió el chip y nació en ella una inquietud sindical hasta entonces desapercibida.

    “He estado afiliada a diferentes sindicatos amarillos porque era casi un requisito cuando firmabas el contrato en El Corte Inglés pero antes de entrar en CCOO estuve unos años sin sindicarme en ninguno, quizás porque ya no veía representada por los sindicatos que tenían representación en ese momento”, apunta Marian.

    Comenzó ahí un proceso de búsqueda con las ideas muy claras: ella quería representar a sus compañeras y compañeros en un sindicato de clase y empezaron sus primeros contactos con compañeras de otros centros donde sí había representación de CCOO.

    Tras varias reuniones con la Federación de Servicios de CCOO en Cantabria comenzó una aventura que tuvo su primer triunfo en 2016, cuando la candidatura de CCOO consiguió colarse en el Comité de Empresa de El Corte Inglés de Santander, donde solo había sindicatos amarillos, con 4 representantes de 21 posibles.

    “No me sentía representada por esos sindicatos. Hasta que no tienes un problema, una pérdida de derechos laborales o una falta clara de conciliación, por ejemplo, no tomas conciencia de que te están tomando el pelo porque no te dicen la verdad laboral y solo te informan de la realidad de la empresa pero esa no es la realidad de la plantilla”, asegura.

    Con una plantilla de casi 800 personas, Marian Canales confiesa que no se imaginó que el trabajo sindical fuera tan duro, especialmente en esos primeros momentos en los que partes de “cero conocimientos sindicales” y se aprende “día a día”. “Es un master continuo”, dice.

    Para esta sindicalista, “los primeros años nuestro trabajo fue posicionarnos, entender tanto a la empresa como a la plantilla y ya ha sido a partir de la segunda candidatura”, donde consiguieron sumar un delegado más a los cuatro originales, cuando se ha empezado “a hacer trabajo del bueno”.

    Dice que lo primero fue demostrar a la empresa que CCOO no está allí para “incendiar El Corte Inglés” sino que “queremos ayudar y que abogamos por el mantenimiento del empleo, no por su destrucción. Siempre digo que nosotros estamos más para ser mediadores entre empresa y trabajadores y trabajadoras que para otra cosa. Nuestro interés es que no se produzca ningún abuso por ninguna de las partes”. De hecho, reconoce que la relación con la empresa tanto en Cantabria como a nivel estatal ha mejorado y que CCOO pertenece al Observatorio implantado en varias empresas, entre ellas El Corte Inglés, que es una mesa paritaria donde se negocian o se exponen todos los problemas que surgen en la empresa y que luego se corrobora en el Comité Intercentros.

    El año de la pandemia

    Confiesa que el último año, con la pandemia, ha sido una locura, “el mejor master posible”, porque cuando las cosas van bien, cuando no hay problemas, va todo rodado pero cuando la situación empeora y afloran los problemas “es cuando los compañeros te buscan y se nota la diferencia entre un sindicato como CCOO y los otros”. En este sentido, apunta que han informado sobre los ERTE, han realizado gestiones administrativas, se han preocupado porque se cumplieran los protocolos de seguridad y salud, que las jornadas laborales no se excedieran… “y sobre todo darles mucha tranquilidad”, puntualiza Canales.

    De ahí que incluso a veces se sienta un poco “psicóloga” al conocer los problemas de los demás. “Es un doble trabajo. No se trata solo de asesoramiento laboral porque a veces también necesitan un hombro al que apoyarse o una persona que simplemente les escuche. Durante todos estos años me he dado cuenta de que no se trata solo de explicar los derechos laborales que una persona tiene sino que también tienes que decirles que no todo es posible, que hay que luchar por llegar a un entendimiento con la empresa que no vulnere sus derechos como empleado/a”, dice.

    Insiste en la necesidad de sindicarse para dar fuerza a la representación de los y las trabajadoras, para dar ese apoyo imprescindible y poder negociar las mejores condiciones posibles, para poner sobre la mesa esos derechos laborales que no hay o que se intentan ningunear.

    Su mensaje cala y la afiliación crece a pesar de ser un sector, el de Servicios, “donde la mentalidad está mucho más atrasada que en la industria”. Sin embargo, los y las compañeras ven “que estamos ahí para ayudarles, que nosotros les asesoramos pero son ellas las que tienen la última palabra”.

    Logros

    En cuanto a los logros conseguidos destaca una propuesta sobre el reparto de las jornadas de trabajo que presentaron a cuenta de la apertura de domingos y festivos por ser Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) y a la que se podían adherir de manera voluntaria quien quisiera. “La dirección la acogió de muy buen grado porque para ellos era también un problema y en el comité la dimos forma y fue buena para todas las partes”, asegura.

    Ahora, cuando las cosas no van del todo bien en la compañía, Marian señala que aunque CCOO no tiene la mayoría en el Comité, solo la presencia del sindicato y sus representantes obliga al resto a estar activos. “Para el día a día, para las pequeñeces, les vale cualquier sindicato pero cuando tienen un problema mayor siempre recurren a nosotros porque CCOO es el que más entiende”, apunta.

    Ha encontrado en CCOO el empujón que necesitaba para dar rienda suelta a una impronta sindical de carácter conciliador. “Desgraciadamente milagros no puedo hacer y muchas veces hay decepciones, claro, porque me gustaría hacer mucho más de lo que está en mi mano. La base fundamental siempre es decirles todas las opciones laborales posibles sin ocultar nada pero siempre el que tiene la última palabra es el o la afectada. Yo insisto en que soy la intermediaria, la mediadora”, concluye.