Comisiones Obreras de Cantabria | 29 marzo 2024.

DELEGADXS: LA FUERZA DE CCOO

Jorge Suárez, el sindicalismo como arma de acción y defensa del trabajo

    04/05/2021.
    Jorge Suárez, delegado de CCOO en Valdecilla

    Jorge Suárez, delegado de CCOO en Valdecilla

    “Si no existieran los sindicatos de clase habría que crear otros iguales porque si no estaríamos perdidos”. Jorge Suárez lo tiene claro. “La patronal lleva intentando desde hace muchos años dividirnos, que vayamos uno a uno a los despachos a negociar nuestras condiciones laborales porque ese es el ideal de los liberales, de esos que hablan de libertad, el ideal de los ricos, de unos empresarios que nos chupan la vida e intentan convencernos de que todos somos iguales, de que cuando firmamos un contrato somos libres y no, lo único que somos libres de vender es nuestra fuerza de trabajo y esa la tenemos que vender de manera colectiva, todos a una”.

     

    Trabajador del sector de la construcción a finales de los años 70, camarero, oficial de segunda armador naval, celador, auxiliar de enfermería, trabajador social… la trayectoria profesional de Jorge Suárez, delegado a CCOO desde hace tantos años que casi ni lo recuerda, es tan intensa como su vida personal. Hijo de emigrantes españoles en Argentina, tuvo que huir del país y ser repatriado a España a finales de los años setenta, en plena dictadura de Jorge Rafael Videla, por ser miembro de la Juventud Socialista Argentina. 

     

    Ya en Galicia, “me tuve que ganar las pesetas como pude” y comenzó un periplo laboral que siempre estuvo vinculado con su afiliación sindical, primero en UGT y desde 1984 y de forma ininterrumpida en CCOO.

     

    “Llevo 37 años en CCOO. Primero estuve en UGT, pertenecía al sector de la construcción, pero este sindicato firmó unas tablas de productividad muy dañinas al negociar el convenio colectivo en Pontevedra y salí desencantado”, recuerda. 

     

    Compaginó su trabajo con diferentes estudios y en 1988 aprobó una oposición de cuidador de personas mayores en el IMSERSO y entró en este sector como personal laboral fijo. El amor le trajo a Cantabria, donde no se apartó de su compromiso sindical y fue delegado de la Administración General del Estado (AGE) hasta que en 2006, cuando trabajaba como auxiliar de enfermería en el hospital de Liencres, el centro se integró en el extinto INSALUD, ahora Servicio Cántabro de Salud (SCS). 

     

    Lejos de conformarse, Jorge Suárez siguió formándose y hace tres años que ejerce como trabajador social gracias a una promoción interna. Ahora, cuando le quedan apenas unas semanas para la jubilación, este delegado de CCOO sigue teniendo muy claro que es “hijo de obreros y nieto de campesinos pobres gallegos” y que quizás por eso la “elección” de ser trabajador social le llegó por ser una manera de trabajar mano a mano, de forma directa, por las personas más desfavorecidas. “El auxiliar trata de manera muy directa con los enfermos, con los ancianos pero el trabajador social le pone cara a las miserias, a las necesidades, es un trabajo de contacto que va más allá de lo sanitario”, dice. 

     

    Se nota que le apasiona su trabajo porque “nada de lo humano me es ajeno” y, desde su puesto en la especialidad de Psiquiatría infanto juvenil, sigue activo en una labor sindical donde lo fundamental “son las pequeñas cosas, los pequeños logros que facilitan la vida a los y las trabajadoras”, asegura.

     

    En este sentido, apunta algunas reclamaciones, como estancias en las que el calor era excesivo, humedades o la habilitación de algunas dependencias en vestuarios para el personal, especialmente durante la pandemia pues había personas que trataban a diario con pacientes COVID que ni siquiera tenían dónde lavarse las manos. “Además, me siento muy orgulloso de haber conseguido que pusieran una percha en los váteres, donde no había dónde colgar una bolso, la bata, unas gafas…”, reconoce Jorge, que dice que en un centro tan grande es en las pequeñas cosas donde se notan los avances porque es imposible abarcarlo todo. “Me gusta facilitar la vida a la gente, las cosas prácticas”, sentencia.

     

    Dice que si algo define al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, “uno de los mejores hospitales de España”, es la jerarquía vertical por la que se rige. “Se van conquistando derechos pero cuesta muchísimo”, asegura quien lleva los últimos 4 años como delegado de Prevención de Riesgos. “Es tan grande, con 5.600 empleados, que es muy difícil de gestionar, es complicado organizar todos los recursos humanos, instrumentales…”

     

    De ahí que la pandemia del coronavirus haya sido un master para todos y que su función como delegado sindical le llevó durante la primera ola a alinearse al lado de los gestores que, “pese a los errores y equivocaciones cometidos” estuvieron a la altura de una circunstancia que era excepcional para todos. “Después ya llegará el momento de las críticas pero en un primero momento se podían señalar los fallos, por supuesto, pero no era el momento de ensañarse”. 

     

    Dice que quiere salud para poder disfrutar de su jubilación y que si volviera a empezar una de las primeras cosas que repetiría sería la afiliación a un sindicato como CCOO, donde dice que supo de gente excepcional como Julián Ariza o Manuel Amor, sus referentes sindicales. “Esta gente obrera antigua que tenían grabado aquello de que derecho que no se defiende, derecho que se pierde”, recuerda este delegado de CCOO, que critica la actitud de algunos afiliados que se consideran más socios de la organización que otra cosa. “Hay que estar más en el tajo, hacen falta más asambleas, más acción, no sentirte solo representado porque pagas sino ir y participar porque es la única manera en la que los sindicatos se hacen fuertes, en las calles y en los centros de trabajo”, asevera.

     

    En la nueva etapa que está a punto de empezar dice que su objetivo es ser un “yayoflauta”. Después de un tiempo de descanso, sabe que estará en el ámbito social “sí o sí” y, más concretamente, ayudando a los emigrantes sin papeles, “esos que ni siquiera tienen acceso a la sanidad”.  También estudiará para “mantener engrasada la cabeza” y adquirir aún más conocimientos para seguir defendiendo los derechos, los intereses y los valores en los que cree, el papel de la clase obrera.

    Enlaces relacionados
    Enlaces relacionados